La escuela y la familia son las dos grandes instituciones educativas de las que disponen los niños y niñas para construirse como ciudadanos. Por tal motivo, ni la escuela ni la familia pueden desempeñar dicha función de manera aislada y diferenciada la una de la otra.
A lo largo de la historia, la familia parecía tener una función clara; era la encargada de educar a sus hijos/as; y la escuela, tenía el cargo de formar en base a unos criterios preestablecidos, una serie de contenidos y conocimientos.
La sociedad fue sufriendo una serie de cambios, que han repercutido considerablemente en las funciones de la familia y la escuela, y esto, hace que nos encontremos en un momento, en el cual deban definirse qué funciones les compete a cada una; y cuáles deben solaparse, para una mejor colaboración entre ambos agentes.
La cooperación entre los padres y los maestros es necesaria porque ayuda a los niños a confiar en unos y en otros. Por otro lado, el conflicto que se da de la relación entre el hogar y la escuela, puede dar origen a a padres no cooperadores en la siguiente generación.
La Educación Infantil se coordina entre la familia y la escuela, en un proceso compartido.
La Educación Infantil se coordina entre la familia y la escuela, en un proceso compartido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario